miércoles, 4 de enero de 2017

Germinal (1993)

Esta película del director francés Claude Berri (1934-2009) comienza con una dedicatoria: "A mi padre". Berri padre fue artesano peletero judío-francés, de ideas republicanas y fiel votante del Partido Comunista; participó con su pequeño hijo en las luchas obreras y poco a poco fue desarrollando en él una conciencia social progresista. En su momento, Claude Berri mismo afirmó que le debía esta película a su progenitor, por todo lo que había significado éste en su vida.

Sin embargo, después de conocer dicha motivación, Germinal deja un sinsabor. Explicaremos por qué.




El guión es una adaptación de la novela Germinal (1885) escrita por Emile Zolá, para la cual se bsó en cuatro hechos históricos:
* La fundación de la Asociación Internacional de Trabajadores o I Internacional (28/09/1864).
* La huelga de los mineros de Ricamarie y Aubin (1869).
* Las protestas de Creusot y Fourehambault (1870), así como las de Montceaules-Mines (1882).
* La huelga minera de Anzin (febrero-abril 1884).

Si bien estas son las fuentes, la novela se ubica temporalmente en el proceso de fundación de la I Internacional.

Rápidamente, la película nos sitúa en el escenario donde se desarrollarán los hechos (Mina de Voreaux, en la frontera franco-belga) y presenta a los personajes principales:
* Etienne Lantier: maquinista desempleado en busca de trabajo; comunista. Interpretado por el actor y cantante de izquierda, Renaud.
* Toissant Maheu, líder minero y padre una familia numerosa. Interpretado por Gerard Depardieu.
* Maheude Maheu, la abnegada y luchadora esposa de Toissant. Interpretda por la actriz Miou-Miou.
* Souvarine, militante anarquista. Interpretado por Laurent Tarzieff.
* Rasseneur, dueño y  administrador de la única pensión de la mina; afín a los comunistas. Interpretado por Jean-Pierre Bisson.
* Catherine, hija mayor de Toissant y Maheude. Interpretada por Judith Henry.
* Chaval, minero violento y oportunista. Interpretado por Jean-Roger Milo.

Como se le reconoció en su momento, un reparto de primer nivel para una historia que presenta de manera condensada los sufrimientos de los trabajadores mineros: explotación, hacinamiento, promiscuidad, alcoholismo, enfermedades, estrechez económica, etc. Y es que junto con la recreación de la mina y del escenario de época, estos son los aspectos más notables de Germinal.

A pesar de todo esto, la gesta minera no llega a cuajar (si bien hay algunos momentos destacados: enfrentamiento contra las fuerzas del orden, monólogo de Maheude explicando por qué permanece en la huelga). Y es que los personajes que deberían sostener la lucha son los menos indicados:
* Un Lantier/Renaud sin convicción como militante comunista, con un discurso repetitivo y un rictus supuestamente de sufrimiento que no cambia un ápice durante los 160 minutos que dura la película. Nunca se ríe (¿acaso los comunistas no saben reír?) y su expresión se mantiene inclusive cuando está con Catherine, su "gran amor".
* Un Toissant/Depardieu inverosímil, excesivamente gordo para la realidad que dicen vivir, y que va "asimilando" asombrosamente rápido y sin dudas ni murmuraciones las propuestas de Lantier/Renaud.

A esto se suman algunos clichés que, suponemos, obedecen a un afán de agradar al público espectador:
* Primera escena en que aparece Catherine: en pijama y, cómo no, con el hombro al aire. Claro, las mineras también pueden ser sexys.
* La escena de coito apurado entre Toissant y Maheude. Innecesaria y que pone en evidencia la falta de afinidad como pareja actoral entre Depardieu y Miou-Miou.
* El anarquista oportunista: sabotea la mina y ni siquiera pasó por la obligada reflexión o consideración de las consecuencias de sus actos. Hizo su labor y se fue sin mirar atrás y sin remordimientos.

Y si el final fue un intento de arreglar las cosas, no lo consiguió. Maheude, supuestamente la gran luchadora, se pone a imaginar qué habría pasado si se hubiera acostado con Lantier; y este último, con la misma cara de funeral de siempre, recitando sin convencimiento que, a pesar de la derrota, el mundo cambiará, será más justo, etc., etc.

Algunos críticos afirman que Germinal de Berri es inferior a la novela de Zolá. Es probable; pero lo que llama la atención es que un hijo de la clase trabajadora no haya sido capaz de reflejar toda la fuerza de los primeros años del proletariado, toda esa convicción en la lucha por un mundo mejor porque no tenían nada que perder y sí mucho que ganar. Solo queda imaginar qué hubiera pensado Berri padre de esta película, destinada a homenajear a la clase a la cual perteneció.


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